jueves, 9 de septiembre de 2010

Sangre

la sangre escapa de mí
y me seca el cerebro

veo tu situación y me siento miserable,
madre

me dan ganas de matarme,
madre

de ser yo la sangre que se escapa

habría de tener pantalones limpios
para mancharlos
pantalones impíos
pero míos
para remendarlos

habría de sonreírle a mis diablos
darles la mano
y una palmada
y estafarlos
seducirlos
aniquilarlos

habría de besar a los ángeles
y a mis espejos
brujos siniéstros
que me recuerdan los daños
y años
perdidos
enrojecidos
enloquecidos
vagabundos

que el cielo se caiga
y carga su cruz en mi selva

oh, madre

desángrate conmigo
fluye y conviértete
en mi enemigo

únete en el centro del todo
negándome la palabra

quizás dejarás que fluya mi universo
travieso
verso inverso perverso
toda rima maliciosa
correrá por mis venas

las de mi cuerpo, es decir
ya no yo
ya no mis penas

mis pensamientos cabalgarán en el sueño
silencioso
volaré por la nube blanca
y la lluvia caerá para arriba

ya no más gritos madre
ya no más oscura vida y sincera

nada, nada comparte lo recibido
oh, madre
nadie miserable entiende
la situación encarecida
en que te has entrometido

por eso
yo soy sangre
y fluyo

como la suave arena
del desierto de ceniza
embravecido

5 comentarios:

  1. Casvia, no te conozco pero quiero repetir tus poemas y los mìos, la desgarradura del adjetivo se vierte acaudalada, versa en creadoras madres repetidoras del insomnio cruel, adjetivos o sustantivos, donde dejamos las promesas de ser buenos hijos.

    repito me encanto tu poema,

    gil

    "alias" El Tigre de Malasia

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  2. Está excelente!!!!!!!!!!!!
    me gusto mucho.

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  3. Hoy pensé en escribir algo como esto:

    ¿Donde habrán quedado
    aquellos heroes del pasado?
    Tristes recuerdos ahora inmersos,
    o detrás de un escritorio.
    Lágrimas que añoro,
    tristes huellas de mi alma,
    manchas sin borrar de lodo.

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